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WALL STREET NO ES MAIN STREET

El dicho con el que se titula este ESPECIAL es muy utilizado por los norteamericanos cuando se intenta justificar cómo la realidad que se vive en las calles (Main Street), no es la que se experimenta en el mercado (Wall Street). El mes de abril fue el mejor mes del índice S&P500 desde 1987, con un aumento en su cotización de +12,7%. Contextualizar este aumento es muy importante, pues esto ocurrió luego de que en febrero y marzo se desplomara -8,41% y -12,51% respectivamente. Pero con 30 millones de desempleados en las últimas 6 semanas, una contracción del PIB de -4,8%, y demás indicadores macroeconómicos en niveles alarmantes, resulta difícil de explicar dicho rebote. 

En los mercados financieros, la construcción de precios está basada en una mezcla de variados factores. Muchos economistas y otros profesionales han realizado modelos matemáticos para intentar valorar compañías. Sin embargo, el valor de mercado es el producto de una combinación de emociones, resultados, expectativas e incertidumbres, que convierten las predicciones de estos modelos en solo guías y estimaciones para operar. 

La incertidumbre que genera la posibilidad de que una compañía vaya a quebrar o no, es parte de los mercados financieros. Durante la crisis inmobiliaria del 2008, instituciones financieras de la altura de Lehman Brothers quebraron, otras fueron adquiridas por competidores a precios mínimos, y otras fueron salvadas por el Estado. En esa oportunidad se habló de instituciones “too big to fail” o muy grandes para caer. El simple hecho de que alguna de estos grandes bancos vaya a la quiebra, significa un total colapso económico. Durante la crisis actual, prevalece el ayudar a las compañías afectadas por esta crisis, en lugar de dejarlas quebrar y tener un problema de desempleo, y otros daños colaterales mayores. Los estímulos fiscales y monetarios aun no muestran creación de empleo pues a penas en mayo se sale paulatinamente de la cuarentena. En el siguiente gráfico se muestra en la línea azul, la inyección de liquidez por parte de la FED y el efecto que esto ya está teniendo en el mercado, representado por el índice S&P500 en línea naranja.

Gráfico 2. La inyección de liquidez por parte de la FED y evolución del índice S&P500 . Fuente: Bloomberg

Las expectativas del mercado son muy altas y es difícil predecir si estas se lograrán materializar en la economía americana y mundial. La realidad que se avecina tal vez no sea la esperada por el mercado, y la manera en la que este se de cuenta de esto, puede ser muy violenta. Este fenómeno es palpable cada vez que se alimenta la esperanza de una vacuna que acabe con el virus, creando una euforia en los mercados, ocurriendo lo contrario inmediatamente después cuando los laboratorios anuncian resultados no favorables. Lo cierto es que el mercado y la economía muchas veces no van al mismo ritmo, algunas veces una se adelanta y a veces está rezagada. Tener la capacidad de interpretar los momentos de cada uno, es una virtud muy valiosa.