El Especial WMC

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Elizabeth Holmes fundó Theranos en el 2003, a los 19 años de edad. Esta dejó sus estudios de química en la Universidad de Stanford para dedicarse por completo al proyecto. Con un gran carisma, Holmes logró recaudar más de $700 millones de dólares para su startup, cuyo objetivo era desarrollar un dispositivo que con pocas gotas de sangre de un paciente, sería capaz de diagnosticar una gran cantidad de enfermedades. Este aparato que se llamó Edison, consistía en una caja con un mini laboratorio adentro, que haría el trabajo que se ahora en laboratorios profesionales empleando bionalistas, reactivos y cososos equipos de analisis, a tan solo una fracción del costo, con menos sangre, y con mayor exactitud.

Entre los primeros inversionistas en aportar capital para esta startup, se encuentran personas de la talla de Rupert Murdoch ($125 millones),  la familia Walton ($150 millones), la familia DeVos ($100 millones). En el 2010, Theranos alcanza un acuerdo por $140 millones de dólares con la cadena de farmacias Walgreens (WBA) para vender sus servicios, abriendo 40 Theranos Wellness Centers en Arizona. En el 2014 la empresa estaba valorada en $9 millardos ($9 billions). Entre los miembros de la junta directiva se encontraban personalidades como el General Mattis (US Marine Corps), Henry Kissinger (ex Secretario de Estado), George Schultz (ex Secretario de Estado), William Perry (ex Secretario de Defensa), etc.

A partir del año 2015, varios investigadores y periodistas, empezaron a cuestionar la veracidad de los resultados de la Edison.

John Carreyrou, periodista de Wall Street Journal recibió información por parte de empleados de Theranos quienes le confesaron que la mayoría de los exámenes que se decía ejecutaba la Edison, eran realizados en laboratorios con maquinas alemanas, diluyendo la sangre. De los 240 estudios que supuestamente se realizaban en la Edison, realmente solo ejecutaba 15, y con una gran cantidad de errores.

Se comprobó que estas afirmaciones eran ciertas y que la compañía estaba promocionando un producto con información falsa. Walgreens rápidamente cerró los centros Theranos. En el 2017 llegaron a un acuerdo extrajudicial donde Walgreens recibiría $30 millones por parte de Theranos para cerrar el tema.

En el 2018, la Securities and Exchange Commission (SEC), ente regulador que debe proteger a los inversionistas, acusó a Holmes de fraude. Ese mismo año Theranos se disuelve sin haber llegado a cotizar en bolsa. 

“Con la elección de los miembros del jurado comenzó este pasado martes 31 de Agosto, el juicio contra Holmes. Los abogados acusan a la mujer de 37 años de fraude contra inversores, médicos y pacientes. También el expresidente y jefe de operaciones de la compañía, Ramesh Balwani, que fue su pareja durante un tiempo, está en el banquillo de los acusados. Si el tribunal los encuentra culpables, a ambos les esperan hasta 20 años de prisión y multas, para cada uno de ellos, por más de dos millones de dólares” dw.com 

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Una buena presentación el uso abusivo de diseños de mercadotecnia, una junta directiva con nombres de políticos y militares que ocuparon puestos gran relevancia, además de inversiones por parte de familias exitosas, fueron suficientes para levantar capital. La idea era buena, pero se convierte en un fraude cuando se vende sin estar lista, y se coloca la vida de pacientes en riesgo. 

Un buen inversionista debe controlar los impulsos para colocar capital en una idea, y debe ser más curioso. Si bien no se pide ser bioanalista para saber sobre análisis de sangre, resultaba sospechoso que no hubiese ni un solo médico, biólogo o farmaceuta en la junta directiva de Theranos.

En el caso de startups orientadas a desarrollos médicos y científicos, prestar atención al respaldo mostrado por publicaciones científicas reconocidas, resulta conveniente. Estas historias, hay que tenerlas en cuenta a la hora de hacer una inversión en un proyecto en lugar de hacerlo en una empresa consolidada.

Si bien la idea de Holmes sonaba estupenda, es la posibilidad que esta sea llevada a cabo la que ocupa al inversionista. En estos momentos en los que hay una infinita gama de emprendedores levantando capital para realizar sus ideas, hay que estar conscientes de que llegar primero a la próxima gran empresa tiene altos riesgos.