La medida de distanciamiento social y cuarentena implantada por gobiernos y empresas para frenar el contagio del virus está teniendo consecuencias en la producción de bienes y servicios. El quiebre de la producción y de la movilidad ya se vio en China, se está viendo en Europa y apenas va iniciándose en Estados Unidos, donde ya se están haciendo llamados a cuarentena. El esfuerzo de todos en estos momentos está puesto en solventar la crisis de salud pública que impacta al mundo, pero no hay que perder de vista que tendrá un muy alto precio. El shock en toda la cadena productiva ha sido impresionante. 

El banco de inversión Goldman Sachs, estima para Estados Unidos un crecimiento anualizado de PIB (trimestre sobre trimestre) de: 1T -6%, 2T -24%, 3T +12%, y 4T +10%, resultando al final -3,8% en el año 2020. Estiman un crecimiento en el desempleo entre 5.5% y 9% durante los próximos trimestres. Destaca la fuerte contracción proyectada para el 2T. Goldman estima que 2.25 millones de personas fueron despedidas esta semana en Estados Unidos.. 

En tan solo 5 días, Goldman Sachs, modificó sus estimaciones, mostrando un panorama volatil y extremadamente grave especialmente en el 2T. Se estima que el pico del virus llegará de 6 a 8 semanas en el hemisferio occidental. Hoy, el índice S&P500 cerró en su nivel mas bajo en los últimos tres años. La perspectiva a corto plazo no es muy optimista, sin embargo, una visión mas amplia del comportamiento del mercado (gráfico 1 DE BOLETIN 192), puede responder muchas de las inquitudes que surgen en estos momentos. 

Por su parte, la Unión Europea no solo ya sabe que tendrá una recesión económica, sino que la compara con la vivida durante el año 2009. Christine Lagarde, titular del Banco Central Europeo, anunció esta semana una inyección de €750 millardos en compra de bonos.

La data que maneja el banco Goldman Sachs empieza a mostrar la vuelta a la normalidad en China. Industrias y empresas ya han comenzado a reactivarse.