Recesiones de Estados Unidos
El Especial WMC
Imagen credito: WMC
Dos trimestres consecutivos de contracción económica es la definición clásica de una recesión. Esta semana se publicó el desempeño del segundo trimestre del año del Producto Interno Bruto (PIB), marcando un decrecimiento de -0,9%. El primer trimestre del año también hubo una caída del PIB del -1,6%. Técnicamente la economía de los Estados Unidos se encuentra en recesión, sin embargo, hace falta un anuncio oficial. La oficina del Buró Nacional de Investigación Económica de los Estados Unidos (NBER), es la que tiene la potestad de decretar oficialmente si se está en una recesión. Este ente compuesto por ocho economistas académicos toma en cuenta el crecimiento del PIB, el desempleo, los ingresos por familia, y otras variables, para decidir si se está o no en recesión y usualmente le toma un tiempo anunciarlo.
En el gráfico 2 se observa en sombra gris las doce (12) recesiones que la NBER ha identificado desde 1948. La línea azul muestra el porcentaje de desempleo como factor que va de la mano con la recesión. La Casa Blanca dispone de un único argumento para no aceptar que la economía entró en recesión, el desempleo, que ahora muestra minimos de 3,6%.
Sin embargo, debido a la inflación más alta en 40 años, los trabajadores llevan 15 meses consecutivos de decrecimiento real de sus salarios y la confianza del consumidor se encuentra en mínimos históricos. (Gráfico 2.1)
Grafico 2.1 : a la izquierda, decrecimiento del salario horario real de los trabajdadores en USA. A la derecha el índice de confianza del consumidor. Fuente: @charliebilello
El cuadro 2.2 muestra los mercados bajistas (definidos por caídas mayores a 20%), los meses que duraron, y si la NBER las definió como una recesión, su duración oficial. En la última columna a la izquierda (rojo), la corrección sufrida por el índice S&P500.
De las 22 veces que el índice S&P500 tuvo caídas mayores a -20% (sin contar la actual), en 12 ocaciones la economía entró en recesión según la NBER. El promedio de duración de estos mercados bajistas fue de 14 meses, y tuvieron una corrección media de -36%.
Esperar por la NBER para que oficialice lo que resulta evidente es comprar tiempo para no añadir un nuevo revés económico antes de medirse en las elecciones para el Congreso que se harán en noviembre.