La segunda economía más grande del mundo en términos de Producto Interno Bruto (PIB) se encuentra en medio de un gran reto, cómo mantener el ritmo de crecimiento y lograr un acuerdo comercial con Estados Unidos. Previo al cobro de tarifas a productos chinos importados a Estados Unidos, ya el ritmo de crecimiento de China venia desacelerando, pero se teme que se acentúe. En el siguiente gráfico se observa el crecimiento del PIB de China desde 1969 hasta el cierre del 2018. En blanco se muestra que el crecimiento del PIB desde el 2000 al 2010 fue de 16,57% anualizado. Desde el 2010 hasta el 2018 el crecimiento fue de 11,64% anualizado.

La necesidad de llegar a un acuerdo con su principal cliente se hace cada vez más impostergable. El índice bursátil Shanghai Composite compuesto por 1527 compañías chinas, ha tenido un rendimiento de 0% desde inicios del 2015 hasta hoy. El índice de manufactura PMI se muestra a 49.5 para el mes de agosto, prueba de un decrecimiento. El crecimiento del PIB mostró su nivel más bajo en 27 años cuando reportó el segundo cuarto del 2019 un 6,2% anualizado.

Las medidas del gobierno Chino para reactivar el crecimiento se muestran a continuación. En el gráfico de la izquierda se observa el recorte en el encaje legal que deben mantener los bancos. Al ser menor, lo bancos pueden prestar más. A la derecha está la cotización de Yuan offshore, devaluado un 3,42% desde inicios del 2019, manteniendo precios competitivos a pesar de las tarifas.

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