¿Es el fin de la globalización?
El Especial WMC
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La invasión de Rusia a territorio de Ucrania ha dejado en evidencia los múltiples riesgos estratégicos que corren muchas naciones. Depender de otro país para abasterser a tus ciudadanos de alimentos, energía, y otros rubros esenciales tiene consecuencias. La globalización es un fenómeno en el que las ventajas competitivas de productores eran razones importantes para la toma de desiciones. Durante la globalización se incrementa: el comercio entre naciones, la movilidad de ciudadanos, las transacciones monetarias y finalmente transferencias de tecnología.
En la actualidad, en medio de la pandemia y de importantes conflictos geopolíticos, el mundo parece darse cuenta de que esta dependencia creada por la globalización ocasiona relaciones no favorables. En cambio, las naciones buscan ser sus propias proveedoras de bienes y servicios estratégicos aunque estos tengan un mayor costo. ¿Será esto el fin de la globalización?
Gráfico 2: Globalización y Convergencia. La Globalización se mide como la relación entre el volúmen de mercancías exportadas y el Producto Interno Bruto Mundial (PIB, M) ; Por su parte se mide la Convergencia como la diferecia entre el crecimiento del PIB per capita de las naciones de medios a bajos ingresos y el crecimiento del PIB per capita de las naciones de altos ingresos. Fuente: Indicadores del Banco Mundial
La dinámica mundial hace que hayan periodos de globalización y periodos de pausas o contracciones de este proceso (gráfico 2) Las guerras hacen a las naciones menos propensas a realizar negocios fuera de los aliados. En épocas de paz, se concretan más negociaciones entre naciones.
Sin embargo, cada vez más aumenta el numero de eventos que hacen pensar en una desescalada de la globalización. Algunos ejemplos: tarifas impuestas a bienes procedentes de China a Estados Unidos para intentar controlar la balanza comercial; las sanciones económicas impuestas entre naciones; la pandemia; las protestas en Hong Kong; la invasión de Rusia a Ucrania, etc. Estos eventos han revelado la crítica dependencia que algunos países tienen por la falta de materias primas y bienes de importación.
Si bien pareciera ser un poco prematuro el pronosticar un fin definitivo al movimiento globalizador, lo que si queda claro es que la realidad está imponiendo revisiones a los postulados sobre los que se ha basado la tendencia. Nuevas relaciones entre bloques económicos y politicos tendrán que ser ensayadas para prevenir los inconvenientes que trae la competencia por prevalecer políticamente, pero sobre todo para conservar otros elementos claves de la necesidad de globalización: esos que tienen que ver con la preservación del medio ambiente, la lucha contra el calentamiento global, la conservación y protección de los mares y cuencas de agua potable, entre otros.