Entre los infinitos usos que una empresa le puede dar a su excedente de efectivo, invertirlo en comprar sus propias acciones es uno de los más particulares. El término “buyback” se traduce literalmente “comprar nuevamente”, entendiendo que la empresa que en una oportunidad realizó una oferta pública de sus acciones, las está retirando comprándolas a su cotización en el mercado abierto.
Tras la pandemia, el mundo ha sido inundado con liquidez, sumado a esto el precio del apalancamiento está en mínimos históricos. Mucho de este capital ha fortalecido las posiciones de caja de grandes empresas reforzando sus balances. Sin embargo, cuando estas acumulan grandes cantidades de caja, los accionistas empiezan a preguntar por el uso que se le daría a ese dinero. Las posibilidades son múltiples: nuevas inversiones en proyectos de crecimiento, inversiones en el mercado bursátil, investigación y desarrollo, CAPEX, pagos de dividendos, buybacks, etc. Lo importante es que el dinero no descanse en la cuenta sin un objetivo determinado aún más en un ambiente inflacionario.
Gráfico 2: la barras representan comparativamente los buybacks más grandes de la historia, las empresas que lo hicieron, los montos y las fechas. Fuente: Bloomberg.
En el gráfico 2, llama la atención el reciente anuncio realizado por Microsoft (MSFT) de comprar sus acciones por un monto de $60 millardos, la mitad de su posición de caja actual. Es interesante advertir que la empresa con los buybacks más grandes ha sido Apple (AAPL).