BOOM DEL RENDIMIENTO NEGATIVO
Prestar dinero es una actividad que supone el riesgo del impago pero que a cambio de esto retribuye un interés. Resulta lógico entonces, que a medida que el pago sea más seguro, el interés que paga el prestatario sea menor, y viceversa. Lo que sí es más difícil de explicar, viene a ser, como alguien es capaz de prestar capital esperando de forma consciente una menor cantidad al termino del préstamo. Este fenómeno de bonos con rendimiento negativo se ha presentado tras una combinación de eventos, pero es a partir del 2015 cuando el Banco Central Europeo baja las tasas de interés a 0.25%; además de continuar con su fuerte política de estímulo, comprando bonos en el mercado secundario (similar a la actuación del Banco Central Japonés). Esta política monetaria expansionista, no logró la reactivación de la economía europea como se esperaba y en estos momentos. Así se tiene que los inversionistas con una opinión negativa acerca de la economía, prefieren tomar una pequeña pérdida a cambio de un refugio seguro (Safe heaven). El inversionista a corto plazo compra estos bonos a precios altos (con rendimientos negativos), a la espera que la demanda por ellos aumente aún más el precio para obtener ganancias. Esto es una distorsión de la norma y es importante analizar sus causas, y estimar sus consecuencias.
Resulta sorprendente que toda la curva de interés de los bonos emitidos por el Gobierno Alemán tiene rendimientos negativos. Desde el bono que vence en 1 mes -0.6532%, pasando por el que vence en 4 años-0.9429%, hasta el recientemente emitido a 30 años -0.125%. En estos momentos, 30% de los bonos que actualmente tienen vigencia en el mundo (corporativos y soberanos), tienen rendimiento negativo. El valor que tienen todos los bonos con rendimiento negativo en el mercado global ya suma más de $16 billones (trillones en inglés) de dólares, como muestra el siguiente gráfico:
La distribución de bonos con rendimientos negativos comprende unos $15 billones de dólares de deuda soberana correspondiente a países como Francia, Suiza, Dinamarca, Bélgica, Japón, Portugal. En deuda corporativa con rendimiento negativo ya se registra más de $1 billón de dólares emitida por compañías como Nestlé y Novartis entre otras.
Estados Unidos aun no experimenta este fenómeno, sin embargo, el ex titular de la FED, Alan Greenspan, declaró esta semana que “no hay nada que se interponga en el camino para que en Estados Unidos haya rendimientos negativos”.